Marc Sautet au Café des Phares (Paris 1994) Photo: Wolfgang Wackernagel

sábado, 9 de mayo de 2020

POROS (Y PENIA) 6

Poros (y Penia) 6
Imagen | Iñaki Basoa
Doblegar la curva. ¡Vaya esotérico mensaje! Puede uno imaginarse al artesano en la fragua, martillo sobre yunque, domeñando el metal maleable. Luchando. A fuerza de estruendos poderosos doblegar la recta para convertirla en curva, cada vez más apta, cada vez más dócil y llena de buenos propósitos. Previamente, se ha requerido, con parsimonia, calentar y recalentar, vencer y vencer la resistencia, hasta que el metal se ha vuelto de un rojo extenuado. Domeñar la curva. El punto (o pico de ave) en que comprenda que ha perdido el control, que su auténtico dueño es aquel que lo domina. En fin, que sienta el poder en la dermis y la resignación en la entraña. No afecta que sigamos triturando las partículas más expuestas, más débiles o carentes, la otra cara del impacto. Ni siquiera, con el paso de esta eterna conmoción, el yunque es ya el yunque que solía. También se ha ido deformando. Sin embargo, tras siglos y milenios de acoso impenitente, después de tantas pérdidas, y tantas heridas, continúa incólume el bloque como bloque. El bosque no ha desaparecido, alimenta todavía el forjado. El agua refrigera la temperatura, que no sobrepase los límites. El aire, sin rebelarse del todo, a día de hoy no entorpece la combustión. Ni siquiera el brazo recio del fornido forjador ha decaído, saludables gritos acompañan sus golpes con denuedo. Incluso recibe los ánimos de un público que ha pagado ya su entrada, con la intención de obtener beneficio, o al menos, recuperar la inversión. Doblegando la curva garantizamos el público y una función diaria. Somos los expertos de la biopolítica. –Acércate a la lumbre, mi hermano, que hace mucho frío fuera… y hemos de tomar decisiones.
Publicado en HomoNoSapiens

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