Aunque habitualmente no suelen interesarme demasiado los personajes mediáticos, cuando he tenido noticia de este discurso, que Steve Jobs pronunció en 2005, en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford (lamentablemente tarde, coincidiendo con su fallecimiento), no he podido evitar la sorpresa ni el interés que me ha suscitado su persona.
Sabíamos que la filosofía puede ayudar a aprender a vivir, como lo hacía en otros tiempos más que ahora, que la filosofía busca saber para vivir mejor -que es en lo que consiste la sabiduría-, que no se trata tanto de saber filosofía (de conocer las filosofías, lo que otros han pensado), sino de filosofar y de vivir filosóficamente, si se puede. Esto significa que uno ha de vivir como piensa y pensar como vive. La sorpresa puede residir en la posibilidad añadida, para alguien que dirija su vida por principios filosóficos y los ejercite, de que este modo de vida también pueda llevarle a tener éxito social. Si alguien pensaba que la filosofía "no sirve para nada", habría de saber que quizas sirva para esas otras cosas que también necesitamos para vivir bien. Se puede llegar a ser famoso o tener éxito sin vivir bien consigo mismo y con los demás, en cuyo caso de poco sirve, pero, a veces, también se puede llegar a vivir bien y de paso tener éxito en la vida, por qué no.
¿O es que no es cierto que hay mucha filosofía en el discurso de Steve Jobs?
¿Y es que no muestra con sus palabras que él se ejercitaba a diario en el vivir mejor?
En su diálogo Fedón Platón decía que filosofar es aprender a morir, que es tanto como decir que filosofar es aprender a vivir. Steve Jobs sabía muy bien de lo que hablaba. Gracias, por mostrarlo tan elocuentemente a todos lo que quieran escucharlo.
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