Marc Sautet au Café des Phares (Paris 1994) Photo: Wolfgang Wackernagel

lunes, 27 de junio de 2011

Sobre la religión

Café filosófico Castro (9/2)
Biblioteca Municipal de Castro del Río, 22 de junio de 2011, a las 20:00.


La religión revelada no es ni podía ser otra que la religión natural perfeccionada. De modo que el deísmo es el buen sentido que no está enterado aún de la revelación y las otras religiones son el buen sentido que pervirtió la superstición. Las sectas se diferencian unas de otras, porque son hijas de los hombres; pero la moral es la misma en todas partes, porque proviene de Dios" (Voltaire, Diccionario filosófico).

Alemania hoy. Durante la semana de proyectos, al profesor de instituto Rainer Wenger (Jürgen Vogel, en la película) se le ocurre la idea de un experimento que explique a sus alumnos cuál es el funcionamiento de los gobiernos totalitarios. Comienza así un experimento que acabará con resultados trágicos.
En apenas unos días, lo que comienza con una serie de ideas inocuas como la disciplina y el sentimiento de comunidad se va convirtiendo en un movimiento real: La Ola. Al tercer día, los alumnos comienzan a aislarse y amenazarse entre sí.
Cuando el conflicto finalmente rompe en violencia durante un partido de waterpolo, el profesor decide no seguir con el experimento, pero para entonces es demasiado tarde, La Ola se ha descontrolado... (http://www.unetealaola.com/)


¿Por qué el ser humano es religioso?

Uno de los participantes más ilustres de nuestro café filosófico planteó con nitidez una inquietud personal que podría suscitar el interés de toda la congregación de aquella tarde: la religión como dogma. Era una tarde calurosa, de las primeras veraniegas del año. Un aire reseco que había ido recogiendo toda la potencia solar durante el día nos recibía junto a la entrada de la Biblioteca Municipal. Se abrieron las puertas y se abrieron nuestras ganas de indagar juntos. Podría haberse hablado de la manipulación en la sociedad actual, pero la cuestión religiosa dio un fuerte tirón que nadie pudo resistir. Sea. ¿Por qué el ser humano es un ser religioso? La religión, ¿se nos impone desde la cuna y por eso somos religiosos? ¿O más bien ya lo somos por naturaleza? Así comenzó la andadura de aquel día, investigando el origen de la religión en el ser humano.

La cuestión de la religión es siempre controvertida. Muy dada a las posiciones radicales. No es de extrañar: lleva tanto tiempo entre nosotros, ha ocasionado tantos efectos en nuestras vidas y en nuestra historia que, tocarla es tocarnos por dentro. Por desgracia, la historia de las religiones ha estado transida de amor y de odio. Lo que es amor reinante entre nosotros, se vierte dolorosamente sobre los que no son como nosotros demasiadas veces. Crisis personales, conflictos políticos, guerras santas, intolerancia, fanatismo, superstición… Pero hoy estamos en condiciones de dar un tratamiento tranquilo y sosegado a la inquietud social e individual en torno a lo religioso. Dos tesis se abren camino sin dificultad: 1) la religión es una necesidad humana básica; 2) la religión nos ha venido impuesta socialmente, nos la inculcan desde pequeños. Sobre lo primero, se dice que se trata de algo ancestral en el hombre. Así aparece reflejado en los testimonios pictóricos y rituales que se han conservado hasta nuestros días de la vida en tiempos prehistóricos, que eso parecen indicar al menos. Sobre lo segundo, recuerdan algunos de nuestros participantes que la religión se organizó muy pronto como institución social, que había que mantener, conservar, difundir y defender, con una clase social interesada en todo ello, los sacerdotes.

Pero no se quedan ahí, en la diferencia de las tesis, pues son hábiles nuestros participantes manejando las relaciones conceptuales. ¿Qué relación hay entre la necesidad y la institución? Una se crea sobre otra. Una es la base de la otra. Las creencias religiosas que surgen de la necesidad humana de encontrar respuestas dadas y definitivas (hay en ello una diferencia clara con la filosofía) sirven de material para construir un edifico social y político. Conciencia del bien y del mal que necesita concreción; creencias organizadas. No son dos aspectos humanos diferentes, se han religado de hecho históricamente. ¿Están en el mismo nivel y, en un momento dado, entran en conexión? Nada de eso. Se trata de dos niveles bien diferenciados que pueden anudarse, y expresarse institucionalizadamente dicha necesidad (que también quizás pueda expresarse de otros diversos modos al margen de la religión organizada). Pues bien, ya tenía la reunión los ingredientes para la polémica, que tampoco tiene que estar ausente de un encuentro como el nuestro. Se plantea si la religión no estará actualmente en retroceso, en decadencia. Y para responder a la cuestión hay que comenzar estableciéndola para ambos niveles que hemos descubierto. La decadencia actual se refiere sólo al nivel de lo religioso organizado, no quiere decir que hoy día los seres humanos no sigan planteándose, y otorgándole la importancia que merece, el hecho religioso.

Y sobre lo anterior la polémica sigue con la misma intensidad, pero ahora sobre la causa de esa decadencia de la religión. -Es que no ha evolucionado como debía. -Pero, hombre, sí que ha evolucionado. -Que no ha evolucionado. -Que sí lo ha hecho. Un que-sí y un que-no irreconciliables, en este caso y en tantos otros. Es suficiente que nos demos cuenta de que esta típica discusión bizantina se resuelve de la manera más fácil, simplemente, tomando conciencia de las perspectivas que entran en juego. En nuestro caso, suele coincidir la perspectiva del creyente (o sus cercanías) con la conciencia de que la religión sí ha ido cambiando y adaptándose a los nuevos tiempos. Y suele coincidir con la perspectiva atea (o sus aledaños deístas o escépticos) la defensa acérrima de que no ha evolucionado, nada de nada; y se apresuran a poner muchos ejemplos actuales de anacronía. Unos tienen como punto de mira los comienzos en otros tiempos de las religiones y, desde esa perspectiva, ¡vaya si han cambiado! Los otros enfocan todo lo mucho que le quedaría por recorrer y, desde esta perspectiva, ¡qué poco han cambiado!

La verdad es que, según cuentan nuestros participantes, ninguna religión es monolítica, sino que suele contener disensiones internas, y conflictos, y que no se puede negar que ha evolucionado, pero en función de cada contexto, cada caso o cada persona. Según cada caso, pareciera que no hubiera evolucionado, o bien que hubiera evolucionado muchísimo, depende del punto de partida. Otra distinción que vino en nuestra ayuda (y que también os recomiendo a vosotros que estáis leyendo esto) es la referida al fondo y a la forma. Muy útil, probadlo y ya veréis. En el fondo, en los contenidos básicos, no ha evolucionado apenas. Sin embargo, en la forma de organizarse los contenidos religiosos, ha habido una gran evolución. Fue lo que pensaron la mayoría de los que allí estaban, ¿qué piensas tú?

No perdamos la pregunta que llevábamos: ¿la religión está hoy en auge, o está en decadencia? Lo discutido hace poco nos vuelve a ser útil. Ya hemos dicho que ha evolucionado en sus aspectos visibles, organizativos, externos, y dicha evolución es bastante cuestionable en algunas materias. (Una línea de investigación que no se planteó en la reunión, te la dejo a ti: la mirada hacia el aspecto interno, personal, de tus creencias religiosas y cómo las llevas, ¿ha ido cambiando, o no?) Para empezar, en muchas ocasiones, que todos podemos traer a la mente, en tantas celebraciones religiosas, se observa cómo la religión se ha vuelto superficial, folclórica. Hay folclore y también hay fervor. Pero hay mucho fervor y hay mucho folclore. Lo interno y lo externo, el fondo y la forma, nos ayudaban a entender bastantes cosas.

Ahora bien, profundicemos lo suficiente para comprender, no nos quedemos en la superficie. Es la llamada de atención del participante que propuso el tema del día y que veía con algo de disgusto cómo el tratamiento del tema podía escamotear algo sustancial del mismo. Lo externo de la religión, su estructura y organización social, no es simplemente algo en lo que quepa fijar la vista para darse cuenta de la posible decadencia del fenómeno religioso. La estructura típica de una organización religiosa es un ropaje perfectamente diseñado que puede siempre aparecer y reaparecer en diversos contextos. Y lo que puede ser razonable dentro de un esquema religioso como sistema social particular, puede conducirnos a situaciones potencialmente muy peligrosas, si logra extenderse como sistema general de una sociedad. El dogmatismo, la idolatría, la devoción, el culto a los símbolos y a un líder divino o cuasi divino, puede arrojarnos, y de hecho nos ha arrojado a lo largo de nuestra historia, y capturarnos, dentro de un sistema de dominación del hombre contra el hombre. Los fascismos de la época contemporánea son una buena muestra. No se trata de igualar fascismo y religión, de ninguna manera. Pero sí, quizás, de ser conscientes de los peligros de una religión intolerante y fanática convertida en credo social y político. Es decir, que es crucial para todos nosotros, creyentes o no creyentes, la expresión correcta y respetuosa de aquella necesidad ancestral de la especie humana, que era el otro nivel y elemento valioso de lo religioso en el hombre.

No es conveniente, quizás, ni falsear ni despreciar ninguno de los dos aspectos del hecho religioso que salieron a la palestra de la discusión filosófica. Tanto a creyentes como a no creyentes nos interesa el desarrollo adecuado de la faceta religiosa humana. Nuestros participantes de aquel día fueron capaces de ejercer una crítica de la religión, en tanto en cuanto pueda convertirse en folclore, espectáculo, o bien en fanatismo religioso. Y con ello no hacían otra cosa que reforzar entre todos el muro de la tolerancia, que tan necesitado está siempre. Seas creyente o no creyente esto te conviene, pues la religión de la escuela de la tolerancia puede contribuir a sembrar de tolerancia otras parcelas de nuestra vida social y a no esparcir otra clase más perniciosa de semillas.

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