Marc Sautet au Café des Phares (Paris 1994) Photo: Wolfgang Wackernagel

jueves, 5 de mayo de 2016

Sobre la ciencia y la espiritualidad

Café Filosófico en Vélez-Málaga 7.7
22 de abril de 2016, Cafetería Bentomiz, 17:30 horas.

  

¿Es posible conectar ciencia y espiritualidad?

Si la filosofía es antes que nada “filosofar”, no puede agotarse ni morir este impulso tan humano porque se fuera consumando el deseo subterráneo de algunos sectores interesados —generalmente mercantilistas— para que desapareciera la filosofía de la faz del currículo académico, ni tampoco decaer porque la asistencia a nuestro tradicional encuentro filosófico de los viernes hubiera sido menor este día. La filosofía se arraiga en una necesidad muy profunda de preguntarnos por el mundo y por nosotros mismos, así que no podría terminarse nunca. Y lo mismo sucede con la poesía. No en vano, filosofía y poesía han caminado una al lado de la otra desde hace tanto.

La poesía ha muerto, dice. Una pantalla de televisión siempre repite lo que dice. Once segundos, como un endecasílabo, y ya parece una noticia vieja. El viento y sus imágenes son una forma de repetición. La poesía ha muerto, dice.

Así lo ha dejado escrito el poeta granadino Luis García Montero en su reciente poemario en prosa Balada en la muerte de la poesía. Y efectivamente, perderíamos mucho si muriera el género literario de la poesía, lo mismo que si muriesen las artes en general, y las humanidades. Pero no moriría por ello la poesía. De ninguna manera. Arraiga en una necesidad profundamente humana de expresar lo que sentimos, todas las habitaciones y sus rincones de nuestra alma. De hecho, la poesía fue primero una actividad oral y persistiría de cualquier otro modo poético. Al igual que la filosofía, que no es el contenido sino su forma filosófica la que la conecta con todos nosotros. Podemos discrepar en las respuestas filosóficas, pero no en la necesidad de pensar y sentir por nosotros mismos. Por lo tanto, solamente hay que preocuparse de filosofar. Dejemos otras cuestiones para los especialistas. De hecho, Luis García Montero, como verdadero poeta que es, poetiza poéticamente sobre la poesía en su poemario, mostrando la vitalidad de lo poético. ¡En cuantas ocasiones no habrá la filosofía reflexionado sobre la filosofía! Su utilidad, su destino… Y esto le hace estar aún más viva. Veamos qué ha pasado hoy. Los participantes le han dado vida, una vez más.


2 comentarios:

  1. Iván Merchán Suárez6 de mayo de 2016, 2:42

    Creo que no pueden casarse una con la otra por que creo que son dos lenguajes diferentes. Pueden tolerarse que es otra cuestión pero creo que para esta conversación deberíamos definir y enmarcar bien los conceptos de ciencia y espiritualidad de forma muy clara. Por que según el enfoque que tengamos cada uno cambia totalmente el discurso de lo que hablamos. Ciencia no es lo mismo que ciencia intolerante y ser espiritual no es ser un fanático por poner algunos ejemplos.

    Menudo temita que os habéis propuesto. Que pena habérmelo perdido.

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    1. Por eso se sugiere en el relato la necesidad de una nueva ciencia -entendida mejor, quizás, al modo antiguo- integradora y abierta.
      Ya ves que el grupo no le teme a nada, sino todo lo contrario, se atreve con todo... aquello que sea importante para vivir mejor.
      Sí, hubieras aportado mucho. Gracias, Iván.

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