Todos decimos ahora que estamos sufriendo una crisis sin precedentes, y sin embargo, ¿cuánto tiempo llevamos así? Si crisis (del griego “κρίσις”) significa, en el fondo, una metamorfosis, el necesario trauma del paso de unas estructuras a otras —personales, sociales, culturales—,una separación o fractura digna de ser analizada y juzgada para tomar una decisión, nuestra cultura hace mucho que atraviesa una larga etapa crítica. Pero lo que no sabemos es si estamos juzgando bien y adoptando las mejores decisiones. Y si no fuera así, las crisis continuarán aquejándonos, quizás con el buen propósito cósmico de darnos otra oportunidad de buscar lo necesario a nuestra época, su constitución epocal.
De manera que la crisis que navegamos podrá ser económica, podrá ser una crisis de valores, podrá ser del modelo social y político dominante, podrá ser una crisis ecológica y de la distribución de los bienes y males que habitamos, pero nos está pidiendo que busquemos juntos qué necesitamos, qué es lo necesario en una época como la nuestra: planetaria, peligrosa por el poder de nuestros medios tecnológicos, aunque universal en sus pretensiones, que ha de hacer justicia a las diferencias desde la conciencia global de que “todos estamos en el mismo barco”.
Cada ciencia, cada rama desgajada del saber humano, hace su camino en solitario y obliterando al caminante mismo. Ha ido surgiendo un saber disperso, que secciona la realidad y nos disecciona a nosotros, que nos embota y nos impide ver más allá —alzar la mirada y caminar erguidos distinguió a nuestra especie—. Cada rama de las ciencias no ceja en el empeño de provocar fracturas, crisis —y esto es bueno—, sin embargo, los juicios y las decisiones son de todos nosotros, si han de estar los saberes específicos y especializados al servicio de lo más humano en nosotros.
Es necesaria la integración humana y ecológica de todos los saberes dispersos. ¿Quién puedemoderar el gran debate sobre el saber humano y el futuro de la humanidad? ¿Quién habría podido prepararse a conciencia desde hace más de 2500 años? La humanidad echa en falta la función socrática de la filosofía. Y la filosofía profesional ha sido cómplice todo este tiempo, desperdiciando algo tan valioso. Sócrates no toma decisiones y la filosofía no va a tomarlas por ti, no guarda en el bolsillo una varita mágica de Doraemon; Sócrates sólo sabe hacer preguntas para que entre todos hallemos las mejores respuestas a la altura de nuestro tiempo; nos incita a pensar y a perseguir lo mejor que sea posible en el kairós del tiempo presente, lo que más nos interesa a largo plazo contigo y conmigo incluidos, pero no exclusivos.
Publicado en Queaprendemoshoy
Desde el principio de los tiempos los seres humanos se han planteado infinidad de cuestiones, dado que tenemos la capacidad de reflexionar y plantearnos dudas a nosotros mismos. Para responder a la pregunta: ¿para qué sirve la filosofía en tiempos de crisis?, nos tenemos que plantear primero, ¿para qué sirve la Filosofía? Y también el concepto de crisis, ya que crisis no se puede reducir a un solo significado.
ResponderEliminar¿Para qué sirve la filosofía? Pues bien, sirve para ayudarte en los problemas mediante otra forma de pensar que te hace reflexionar sobre un tema u acción concreta.
Ya con la primera duda resuelta nos planteamos la segunda: ¿cómo se podría definir crisis?
- Cambio brusco en el curso de una enfermedad.
CRISIS - Escasez, carestía.
- Situación dificultosa o complicada.
Si nos referimos a un cambio brusco en el curso de una enfermedad, la filosofía nos puede dar cabida a otra forma de ver la situación de esa enfermedad, dependiendo si la situación ha agravado o mejorado, ya que por ejemplo si es una enfermedad grave y la enfermedad ha empeorado, la filosofía te puede sacar de ese pensamiento gris y nefasto con unas sencillas preguntas como:
¿Y si todo se soluciona? ¿Y si es solo un susto?
Para darte otro punto de vista más positivo.
Si nos referimos a escasez o carestía, la filosofía igual que en el apartado anterior, nos puede dar distintos puntos de vista respecto a esta situación. Por ejemplo, si nos referimos a escasez económica, nos podemos replantear otras cuestiones adaptadas a este término, como son:
- ¿Y si hay gente con una situación económica peor que la mía?
- ¿Aquel que no tiene ni para comer se quejará tanto como yo?
- ¿Podría mejorar de alguna forma mi situación económica?
Si nos referimos a una situación dificultosa o complicada, ahora hablando en términos más generales, la filosofía nos hace un examen de conciencia y situación, realizando un examen crítico con todos los pros y los contras.
Tras realizar esta concisa reflexión, he llegado a la conclusión de que la filosofía nos puede dar otro punto de vista y por lo tanto otra respuesta a las preguntas anteriormente planteadas, haciéndonos reflexionar y alejarnos de lo cercano y lo fácil con un pensamiento más crítico. Pero algunas personas no están abiertas a esta filosofía y se encierran en su único pensamiento. Para todas estas personas que no abren su pensamiento a la filosofía, solo les quiero plantear una incógnita:
¿Y por qué no.............?
Ignacio
Pascual
Gutiérrez
1º D